TRANSPORTÍN: LOS 3 IMPRESCINDIBLES Y ALGO MÁS

Publicado el 1 de octubre de 2023, 18:54

<Mañana tengo que llevar a Kitty al veterinario. Solo con pensarlo empiezo a sufrir, sufrir mucho, sudores fríos y pelos como escarpia cada vez que evoco el pensamiento. Kitty odia el transportín. LO O-D-I-A, con toda su alma gatuna.

Mi mente elabora "LA ESTRATEGIA": cuando esté dormida, subo al trastero a por el transportín para que no se esconda debajo de la cama, al final del todo, donde sabe que para llegar a ella tengo que desmontar media habitación.... Por si acaso me oye, cerraré todas las puertas de las habitaciones. No puede fallar. Esta vez lo consigo...

Llega la hora de "LA OPERACIÓN TRANSPORTÍN". Kitty dormida como un tronco. Subo al trastero y cojo la caja del demonio. Conforme me dispongo a abrir la puerta, ¡MIERDA! caigo en que se me ha olvidado cerrar las puertas de las habitaciones. Bueno, da igual porque estaba en la hora de la siesta dormida profundamente.

Entro en casa cual nija para que no oiga nada. Esta vez lo he conseguido seguro, piensa mi mente triunfadora. Llego donde Kitty duerme y, ¡JODER! ¿Cómo me ha podido oir? No está. La busco sigilosamente por si solo ha cambiado de estancia y nada... a bucear debajo de las camas. ¿Pero dónde estás Kitty? Después de media hora de búsqueda, resulta que se quedó la puerta de un armario a medio cerrar y se metió entre la ropa. La cojo mientras ella se empieza a zafar, lo que me cuesta un par de arañazos. La intento meter en el transportín. Ella se aferra al exterior utilizando mis brazos como salvación, lo que conlleva a más arañazos y una llamada al veterinario para anular la cita porque se escapó y ahora sí que está debajo de la cama. No llego a la cita.>

Esta situación la escuchamos muy a menudo los veterinarios. Por desgracia, no se usan ni los transportines adecuados ni se habitúa al gato a asociarlo a experiencias positivas.

 

En esta nueva entrada os traigo los 3 imprescindibles que hay que cumplir respecto a los transportines y alguno más :)

1) USA TRANSPORTÍN RÍGIDO Y QUE SE PUEDA QUITAR LA TAPA.

Hay verdaderas monadas en el mercado en lo que se refiere a transportines, pero créeme que al gato la estética le da igual. Los "más monos" suelen ser los menos adecuados.

  • Ha de tener una base rígida, para que sea estable. Si es blanda se le hundirán las patas haciendo que se sienta más inseguro sobre todo con el movimiento.
  • Que podamos quitar la tapa y que el gato se quede en su base es ideal para las visitas al vete. Recuerda que fuera de casa el transportín es su zona segura. La exploración sin sacarle del transportín hará la visita mucho más agradable.

2) TAPADO CON UNA MANTA, TOALLA O CUBRETRANSPORTIN.

Los transportines cuentan con aperturas de ventilación en laterales y fondo, además de en la puerta. Esto hace que cuando el gato se encuentre en su interior, se sienta inseguro porque no puede controlar por donde le viene la amenaza. Si tapamos visualmente con una tela los laterales y el fondo, haremos un efecto cueva donde el gato controlará la amenaza que ve de frente, lo que hará que disminuya la ansiedad del encierro.

3) QUE FORME PARTE DEL MOBILIARIO DE LA CASA

Tenemos costumbre de guardar el transportín en el trastero o en el alto de un armario y sacarlo solo cuando lo tenemos que usar. Esto se traduce en que cada vez que lo ve el gato, se esconde en el último rincón de la casa.

Si lo dejamos formando parte del mobiliario de la casa, estará familiarizado con él, e incluso puede que hasta le guste meterse a inspeccionarlo o a dormir. Y no tendremos que moverlo para meterle, lo que se traduce en que no saldrá corriendo previamente para esconderse.

otras cosas que podemos hacer:

4) ELIMINAR FEROMONAS "MALAS": DETERGENTES ENZIMÁTICOS

Las feromonas para los gatos son como dejar un mensaje de un amigo que ha pasado por la misma situación y nos avisa si ha sido una experiencia buena o mala. Los gatos cuando se estresan y pasan una mala experiencia dejan impregnado el transportín de un mensaje negativo, un cartel de "¡OJO! PELIGRO". Si no lo eliminamos después de una visita al veterinario o un viaje, el gato "leerá el cartel" e inmediatamente reaccionará: huyendo, escondiéndose o defendiéndose.

Pero podemos borrar ese mensaje con el uso de detergentes enzimáticos después del uso del transportín.

Cada vez que el gato use el transportín y le haya podido causar una experiencia negativa, al llegar a casa rocíalo con un DETERGENTE ENZIMÁTICO y lávalo. Destruirás la materia orgánica y la feromonas liberadas, destruyéndo el mensaje negativo.

Este detergente lo podemos encontrar en supermercados, en la zona de detergentes para la ropa. Son los que se usan para los olores de sudor y algunas manchas.

 

5) USAR FEROMONAS "BUENAS"

Como para el humano no hay límites, hemos copiado las feromonas liberadas por los gatos en situaciones agradables y las podemos encontrar en formato spray. Si rociamos el interior del transportin con estas feromonas 30 minutos antes de introducir al gato, ayudaremos a que vaya más tranquilo. Puedes encontrarla en: https://www.feliway.es/products/feliway-classic-spray

 

6) ACOSTUMBRA A TU GATO AL TRANSPORTÍN

Podemos trabajar con el gato para que poco a poco se vaya habituando al transportín en positivo. Te dejo un enlace a un vídeo de como podemos trabajarlo. Innegablemente nos llevará tiempo y esfuerzo, pero el resultado puede ser increíblemente positivo para gato y humano.

https://www.youtube.com/watch?v=6Ube2tn-qpc

 

 

Espero que te sea útil y te ayude a mejorar la relación de tu gato con el transportín.

Fdo: Silvia de CuidaGAT a domicilio.

#encasaysinestrés


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